La estimulación implica realizar una serie de actividades y juegos para desarrollar al máximo
las capacidades físicas, intelectuales, sociales y emocionales de niñas y niños respetando sus
ritmos y capacidades. El preescolar es el espacio ideal para llevar a cabo algunas de estas
actividades al permitir desarrollar sus habilidades motoras, sensoriales, cognitivas,
incrementar su lenguaje e interacción social y afectiva.
En la sección de Materiales para educadoras y educadores podrás encontrar el Manual de Formación
de Ludotecario en donde hay actividades para la estimulación del desarrollo de niños y niñas
mediante el juego.
Lo más importante es respetar el desarrollo individual de las niñas y niños, sus capacidades,
predisposición y ritmo. Es necesario transmitirles confianza para que se sientan libres y
motivados. Para ello hay que evitar comparaciones y presiones. Esto redunda en su autoestima y
seguridad.
La estimulación en la escuela busca ofrecer una amplia gama de experiencias a niñas y niños que
les sirvan de base para futuros aprendizajes. Busca abrir canales sensoriales de acuerdo a la
etapa de desarrollo donde se encuentra cada uno. No pretende desarrollar niñas o niños precoces,
ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino respetarlo y fomentarlo.
El juego es la más importante herramienta para la estimulación de las niñas y niños ya que a
través de él descubren el mundo y su funcionamiento, desarrollan su inteligencia y habilidades
motrices, se relacionan con las demás personas, aprenden las reglas de las relaciones humanas,
establecen vínculos afectivos, todo esto al mismo tiempo que se relajan, disfrutan, gozan y se
ríen.
El desarrollo motriz es la capacidad para realizar diversos movimientos físicos. El grueso se
refiere a los movimientos, la fuerza, la postura, el equilibrio y la coordinación que deben
adquirir niñas y niños en sus piernas, brazos, cuello, espalda y abdomen para poder realizar
distintos movimientos; mientras que el desarrollo motriz fino es la habilidad de coordinar
acciones con las manos y ojos y realizar actividades donde las manos pueden manipular objetos
diversos.
Las y los bebés deben reunir una serie de características para poder gatear: Fuerza en los
brazos, piernas, espalda y cadera; postura en cuatro puntos que se vincula con la fuerza en la
cadera y la posición del cuerpo; motivación para mantener la postura boca abajo y el deseo de
hacer el esfuerzo para desplazarse; alternancia y coordinación para mover de manera alternada un
brazo y la pierna contraria y el reflejo de paracaídas para reaccionar protegiendo su cabeza al
sacar los brazos. Aunque no todas las niñas y niños gatean, este es una actividad que apoya el
desarrollo social y emocional, además de psicomotriz.
Llamamos desarrollo sensorial al proceso por el cual niñas y niños desarrollan la capacidad para
hacer uso de sus sentidos: vista, oído, tacto, gusto y olfato. Cada uno de estos se desarrolla
poco a poco hasta lograr hacer cosas más complejas. Este desarrollo está vinculado con la
maduración nerviosa y el crecimiento corporal.
El desarrollo cognitivo o intelectual se refiere a la capacidad de niñas y niños para adquirir
conocimientos del mundo que les rodea al asociar cosas, eventos y situaciones para poder
resolver problemas. A partir de lo que escuchan, ven y perciben van construyendo relaciones
mentales, establecen semejanzas y comparaciones y poco a poco construyen un pensamiento complejo y abstracto.
Se refiere a la capacidad de la niña o el niño para establecer comunicación con las personas.
Implica el lenguaje verbal: producir sonidos, balbucear, formar palabras y luego oraciones, así
como el lenguaje no verbal que son las expresiones faciales o corporales como el llanto.
Este concepto se refiere a las formas en que las niñas y niños aprenden a relacionarse con otras
personas. Entrar a la guardería o preescolar constituye un momento clave, ya que es en estos
ámbitos que este proceso se potencializa. Es necesario buscar una armonía en el desarrollo
social, a partir de buenas relaciones entre niños, niñas y demás personas, ya que este está
íntimamente relacionado con el desarrollo emocional o afectivo.