En todas las etapas de la vida es muy importante favorecer la nutrición adecuada, pero más
cuando niñas y niños están en pleno desarrollo, por ello se recomienda evitar el azúcar
refinado, pan blanco, leches adicionadas con saborizantes, caramelos, botanas y comida chatarra,
comida frita o procesada, embutidos, refrescos y jugos empacados, así como alimentos con mucha
sal.
Entre los dos o tres años y hasta los seis aproximadamente, el sentido del gusto puede ser muy
variable. Esto tiene que ver con la fase de oposición y reafirmación de la personalidad que
influye en la alimentación. En ocasiones se rechaza un alimento para reafirmar la fase de
oposición y llamar la atención. Es recomendable volver a ofrecer los alimentos, preparados de
diferente manera, sin ejercer presión.
0-6 meses: leche materna o fórmula de manera exclusiva.
6-8 meses: se recomienda seguir con la leche materna pero complementar con frutas y verduras en
puré.
8-18 meses: se recomienda seguir con la leche materna y complementar con alimentos con pulpa y
luego en trozos pequeños; ya se pueden incorporar alimentos de todos los grupos alimenticios.
18 meses en adelante: ya pueden comer de todo en trozos pequeños y cantidades acordes a sus
utensilios de comida.
El momento de la comida debe ser una experiencia positiva y alegre. Eso implica no sentirse
frustrado si las niñas y niños no quieren comer. Es importante no obligarlos a comer algo que no
quieren, aunque sepamos que les hace bien. Como alternativa pueden jugar con los que no quieran
probar algún alimento nuevo a vendarles los ojos y darles pequeñas pruebas.
En ocasiones, madres y padres pueden sentirse intimidados, agredidos o cuestionados cuando se
les pregunta sobre la alimentación de sus hijas e hijos. Una estrategia que ayuda es tomar una
actitud incluyente y hablar en plural: ¿Qué desayunamos hoy?.
No preguntar diario, sino hacerlo de manera aleatoria cada ciertos días puede también ayudar. La
finalidad es establecer una comunicación cercana que permita percatarse del rendimiento de niñas
y niños y su vínculo con la alimentación.
Las niñas y niños prefieren alimentos con mucha grasa o azúcar ya que estos componentes
potencializan los sabores, por eso tienden a preferir las carnes empanizadas, salchichas,
papitas y bebidas azucaradas. Si desde bebés no están acostumbrados a sabores suaves y más
neutros puede ser difícil que los quieran consumir después. Una alternativa es ofrecer platillos
coloridos para que sean más atractivos y apetitosos.
Pequeñas acciones pueden traer grandes beneficios como enseñarles a niñas y niños a masticar de
manera pausada, mencionarles los beneficios del consumo de ciertos alimentos, usar utensilios y
accesorios de mesa apropiados para la edad, fomentar la higiene bucal después de cada comida así
como trasmitirle a las mamás y papás la relevancia del desayuno al ser el alimento más
importante del día.
Para una hidratación adecuada del organismo, el agua natural es la mejor opción ya que ayuda a
diversas reacciones químicas vitales y mantiene las funciones corporales. Transporta los
nutrientes a las células del cuerpo y se encarga de retirar los residuos, al mismo tiempo que
ayuda a mantener la temperatura estable. Las bebidas con azúcar y bajo contenido de nutrimentos
(refrescos, jugos industrializados, aguas de sabor y café) no aportan un beneficio a la
nutrición y se asocian a caries dentales y obesidad.
Entre las niñas y niños menores de cinco años, la baja de talla asociada con una nutrición
deficiente es un problema que continua. Sin embargo, ha crecido de manera exponencial el
sobrepeso, al grado que México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil. Este problema
se debe en buena medida a la ingesta de comida chatarra y refrescos. Es importante hacerles
observaciones a madres y padres de manera respetuosa para que busquen orientación con algún especialista
cuando se presenten estos problemas.
Es común que exista la idea de que una comida debe tener carne o pollo para que sea realmente
completa y nutritiva. Sin embargo, se pueden lograr platos balanceados con menor costo
combinando de manera adecuada verduras, frutas, leguminosas y semillas. Dentro del link
“Materiales para educadoras y educadores”
podrás encontrar un recetario infantil con el que te puedes apoyar.